Obsolescencia de destinos

Por el 13 enero, 2011

En todo caso es obvio que ningún destino turístico ha sido programado o planificado para hacerse obsoleto.

El pasado domingo 9 de enero La 2 emitió un interesante reportaje titulado “Comprar, tirar, comprar” en el que se describió el inquietante concepto de la “obsolescencia programada”. Así, fabricantes y carteles transnacionales habrían llegado a acuerdos para rebajar la calidad de sus productos, y de esta manera, obligar a una mayor rotación e incremento de ventas. Se llegó incluso a acusar a algunas compañías de planificar y programar el momento en el cual sus productos dejaban de funcionar:

http://www.rtve.es/mediateca/videos/20110109/comprar-tirar-comprar/983391.shtml

Aunque suene un poco reduccionista, frente a la visión europea de producir los mejores productos para la satisfacción del cliente, la visión estadounidense abogaba por “dar la oportunidad” al consumidor de disfrutar de la emoción de la compra en intervalos más cortos, aunque ello supusiera ofrecerle un producto de menor calidad.

A parte de ser un documental de gran interés y que nos ha de hacer reflexionar a todos sobre el rumbo que ha tomado el desarrollo económico, por deformación profesional rápidamente apliqué el concepto de obsolescencia programada a la obsolescencia de los destinos turísticos. Todos conocemos la gráfica del ciclo de vida de los destinos, como evolución del ciclo de vida de los productos y servicios:

Como lectura de lo planteado en el documental, podemos pensar que hay destinos sólidos y de garantías, que garantizan una experiencia de calidad, cierta singularidad y que tratan de fidelizar a sus visitantes. Frente a ellos, destinos “mcdonalizados”, de consumo fácil, basados en un marketing eficaz, precios muy competitivos y un modelo de negocio más rentable.

En todo caso es obvio que ningún destino turístico ha sido programado o planificado para hacerse obsoleto. Sin embargo, la falta de planificación, capacidad de reacción e innovación, sumada a los errores de gestión les han podido llevar a esa decadencia. En estos momentos vivimos en España varios proyectos de renovación de destinos a gran escala, como por ejemplo el de Playa de Palma. A este se han de añadir muchos más, que requerirán del esfuerzo mancomunado de todos los agentes que los componen para apostar por una visión común, un modelo de desarrollo y, sobre todo un modelo de gestión que dirija el destino hacia el objetivo deseado.

 

Obsolescencia

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Tweets that mention Obsolescencia de destinos |Blog de Turismo — Topsy.com Desde 13 años

[…] This post was mentioned on Twitter by Estefanía Alfonso. Estefanía Alfonso said: RT @LMostazo: Obsolescencia de destinos, interesante post de @David_Mora http://tinyurl.com/6kfpvhe […]

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J.J.Aguilar Desde 13 años

Magnífico post David y despierta muchas reflexiones. Por ejemplo:
La obsolescencia, la calidad, etc. siempre que se comuniquen con transparencia y objetividad son una garantía. ¿Por qué necesariamente un producto que va a durar unas horas es peor que otro que durará años? ¿Para cuánto tiempo necesito yo el producto? Si lo voy a consumir en el corto plazo y es un servicio de largo recorrido, nunca amortizaré mi inversión.
Comparto la visión de que un destino no debería programarse desde el corto plazo pero es una visión desde el punto de vista del destino o desde el consumidor?
Cada vez son más frecuentes los pequeños viajes, a una ciudad, un concierto, un evento. Voy una vez, probablemente nunca volveré, ¿Convienen un marketing de largo o de corto plazo?

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    DavidMora Desde 13 años

    Hola J.J., muchas gracias por tu comentario. Comparto tu visión de que no todos los productos han de ser “los mejores” puesto que los consumidores pueden y quieren diferentes calidades y garantías. En todo caso el concepto de obsolescencia programada resulta peligroso cuando los productores se organizan en cárteles ocultos para acordar bajadas de calidad y mantenimiento (o subida) artificial de precios.
    En relación al marketing de los destinos, éste siempre ha de ser de largo recorrido. Un destino no puede rehuir de su esencia ni modifcar su storytelling en base al cambio temporal en los gustos de los consumidores o a las modas. La experiencia nos dice que los destinos reconocibles por su singularidad o diferenciación tienen una mejor rendimiento en el tiempo. Eso no significa que no puedan tener un portafolio de productos orientado a diferentes segmentos, pero siempre con un estilo propio, bajo una estrategia de largo recorrido, con un modelo de negocio y gestión claro y un proceso de mejora continua. Los destinos también son marcas, o al menos deberían aspirar a ser marcas reconocibles en el mercado, como lo son Apple, Coca-Cola o Zara.

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J.J.Aguilar Desde 13 años

Sin duda. Mi principal preocupación es que aquellos profesionales que apostamos por la calidad, el largo plazo, etc perdamos competitividad por la poca flexibilidad.
Dentro de Coca-cola desde pequeño recuerdo las latas de cada mundial. Corto plazo. Obsolescencia.
En cualquier caso, siempre desde la transparencia y la ética. Cualquiel cártel es un engaño al consumidor y al mercado, y si enciam es oculto y para bajar la calidad es muy representativo de la voluntad y posicionamiento de los organizadores.

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Javier Puig Desde 13 años

Me adhiero a la felicitación de J.J. por el post, aunque introduciría algún nuevo punto de reflexión.
Entiendo que en la obsolescencia de un producto turístico, tiene mucho que ver el propio cliente (consumidor), que es el que determina en que momento un determinado producto (destino, etc.) deja de adecuarse a sus necesidades/expectativas (este punto se inclina hacia las observaciones de J.J.).
Por otro lado si bien las necesidades reales son difíciles de manipular, las expectativas no. Hoy estamos frente a la moda de la “venta de experiencias”, que son puestas en el mercado como un paquete compuesto de elementos físicos más o menos seleccionados, que comportan (o eso se da a entender) unas vivencias determinadas (emociones).
Si aceptamos que en las valoraciones de las experiencias las emociones de las personas juegan un papel muy importante nos enfrentamos a un elemento intangible de fácil manipulación y no necesariamente por la vía de lo oculto.
En este punto las “modas”, entendidas como la concreción de “tendencias inducidas”, tienen mucho que ver. Cambiar la moda genera una obsolescencia del producto.
Así los destinos o los cárteles (entendidos como un conjunto que incluye destinos, intermediación, etc.) además de pergeñar operaciones de bajadas de precio, calidad u otras ocultas, pueden inclinarse por tratar de influir en la “generación de tendencia” que parece una manera más honorabl, ya que puede ser visible, de conseguir el mismo resultado.

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Emma Pla Desde 13 años

Totalmente de acuerdo, el éxito de los destinos requiere en gran medida de la visión de futuro de las actuaciones que se realicen. Y también de una coherencia entre todos los proyectos e iniciativas que se pongan en marcha para conseguir sinergias entre los mismos y aunar objetivos.
La transversabilidad del turismo hace compleja esta tarea pero sin duda y por suerte existen destinos en España que apuestan por ello,creando entidades que gestionen de forma conjunta todos aquellos proyectos que intentan mejorar la calidad del servicio que se ofrece en sus destinos.
En algunos casos la obsolescencia viene dada por la poca visión de mantenimiento de los niveles conseguidos en un momento dado y que por desgracia no se es capaz de mantener a lo largo del tiempo. Si las actuaciones que se realizan en un detsino tuvieran en cuenta este aspecto seguro existirían menos destinos obsoletos.

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Joan Carles Casanovas Desde 13 años

Permitidme que incorpore mi opinión al respecto de vuestros comentarios sobre los Destinos; de entrada comentaros que yo también pienso que el concepto “calidad” no va reñido con la dimensión temporal, y que para mí es básico no perderlo de vista para poder seguir siendo atractivo. El hecho de ofrecer servicios o experiencias de calidad en un destino, forma parte del enfoque con el que se ha planificado, y no debería verse afectado con el paso del tiempo. La máxima dificultad reside precisamente en mantener ese criterio, pero con la flexibilidad que requiere un sector tan cambiante como el que nos ocupa. Como dice David, la estrategia tiene que estar pensada para el largo plazo, pero también tiene que tener en cuenta que tiene que irse adaptando con el tiempo puesto que el escenario es distinto fruto de ese cambio de hábitos y de la propia coyuntura del momento.
Y desde el punto de vista del “usuario”, al margen del precio, va a primar la aportación de valor añadido al servicio que perciben, en un momento en que el mercado es más transparente que nunca. La búsqueda de ese valor añadido se consigue a base de innovar y aportar productos y servicios de calidad.
Los destinos que así lo asuman, tendrán (o podrán seguir teniendo) una ventaja competitiva.

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    DavidMora Desde 13 años

    Muchas gracias a todos por vuestros comentarios. Por recoger el último concepto apuntado por Joan Carles, los destinos tienen que irse adaptando a medida que el escenario cambia y también en base a lo que los clientes/visitantes opinan y comentan sobre nuestro destino. El monitoreo de la reputación (on y offline) no es un ámbito exclusivo de los hoteles. Además de las clásicas herramientas de encuestación a visitantes en origen, destino, paneles de expertos, etc. los destinos deben prestar una atención creciente a su reputación online a través de herramientas tecnológicas que les permitan dar respuesta a confusiones, ataques, quejas, etc.

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