Y es que los mercados de abastos son lugares magníficos para conocer los hábitos alimenticios y la cultura gastronómica de los destinos que visitamos. En esta nueva era en la cual lo fundamental es transmitir experiencias, los mercados son lugares perfectos para estimular los cinco sentidos y dar a conocer valores auténticos y singulares de cada destino. Podríamos aventurarnos a hacer una rápida clasificación de mercados “turísticos” por tipologías:
- Mercados tradicionales renovados, como el mercado de La Ribera de Bilbao
- Mercados al aire libre, como el Rastro de Madrid
- Mercados de día, como el de Ordizia, que tiene lugar todos los miércoles
- Mercados “pervertidos” que han mantenido la estructura del edificio pero donde dentro sólo encontramos tiendas de moda internacional y restaurantes de comida rápida
- Mercados “reinventados”, como el Mercado de San Miguel de Madrid
Pero son muchos los mercados en otros países que constituyen recursos turísticos de primer orden: el Markthalle de Stuttgart, el Mercado de San Lorenzo de Florencia, el Mercado Central de Budapest o el mercado flotante de Bangkok son ejemplos magníficos de cómo los turistas nos acercamos a compartir con los vecinos un momento tan trivial pero tan importante como es el de hacer la compra. No podemos olvidar, por supuesto, los grandes mercados de Londres. Portobello, Camden o Covent Garden son etapas ineludibles en la visita a la capital británica. En cuanto a países, podemos citar a Sudáfrica, que cuenta con una página específica de mercados en su portal turístico. Otros destinos con páginas específicas de sus mercados son, por ejemplo, Vitoria, Bilbao, Langley (Canadá), Dublín o el propio Londres.
Todas las CC.AA. y el conjunto del país están trabajando duro para posicionar a España como el gran destino gastronómico del mundo. La gastronomía (y el deporte) están captando la atención del mundo hacia nuestro país aportando una imagen de frescura, innovación, calidad, excelencia, etc. Los mercados puedan y deben ser parte de esa experiencia gastronómica.