Sin embargo, la edición de 2012 parece haber sido la del desencanto, la incertidumbre y la decepción. A pesar de los decentes números del sector en 2011, a muchos nos parecía que asistíamos al principio del final. Por ello, y aun a riesgo de ser repetitivo, recurrente y poco original, os presento brevemente mis consideraciones, sugerencias y críticas constructivas:
- ¿Había mucho o poco espacio ocupado? Si comparamos con ediciones de hace 15 años seguro que el espacio ocupado es muy superior. Si lo comparamos con 2008 seguro que es menos. En todo caso la pregunta es ¿para qué contrato espacio en FITUR? La contracción del espacio ocupado es algo inevitable, España no es un mercado emisor demasiado relevante en el entorno europeo y más países como Francia optarán por trabajar nuestro mercado con otras herramientas. Los pabellones de destinos nacionales son los que más han sufrido y no hay previsión de que esto cambie a medio plazo. Esto creo que fomentará formatos de stand más pequeños pero también más originales, creativos, versátiles y polivalentes.
- El concepto de feria “de información” turística, un lugar donde influir e inspirar a la potencial demanda madrileña, ha perdido sentido. La Información está ya disponible para todo el mundo, actualizada, útil, filtrada, segmentada. Además, si alguien todavía quiere inspirarse en una feria, enero no parece el mejor mes para ello. Desde que asistan a la feria a que organicen un viaje difícilmente habrán conservado los materiales recolectados o los impactos recibidos durante su paso por la feria.
- ¿Una feria más tecnológica? Estaría bien, pero habría que empezar por cosas más sencillas como por proveer señal wifi abierta y de calidad, o al menos mejorar la cobertura de 3G, puntos para cargar baterías, mejorar el sistema de cita previa…
- ¿Una feria más profesional? Lo de siempre, musiquilla y bailecitos en días de profesionales, caza-pins y bolis, profesionales del pincho gratuito…inaceptable.
- ¿Ferias virtuales? Yo quiero seguir viendo en persona a muchos de los amigos y amigas que he hecho a lo largo de estos 20 años en el sector, pero no es necesario que deba patearme 10 pabellones para encontrarles. FITUR puede y debe ser el gran acontecimiento técnico y profesional del turismo español. Es más, el turismo español se merece un evento así. En mi opinión, los eventos técnicos paralelos nos aportan mucho, networking, nuevas ideas, intercambio de experiencias…en todo caso eventos que fomenten la interactividad, que sean bidireccionales.
Como corolario quiero romper una lanza por FITUR, lugar donde se han gestado amistades, negocios, cooperaciones, donde hemos conocido grandes ideas y donde hemos aprendido mucho sobre el sector. Por todo ello se hace necesaria una evolución, un FITUR 3.0