Al calor de la celebración del día de la mujer trabajadora, escuché en la radio una entrevista a la Presidenta de la cadena de supermercados de hard discount DIA, Ana María Llopis. Además de hablar sobre la necesidad de profundizar en la presencia de las mujeres en los puestos directivos de las empresas españolas, hizo algunos comentarios y recomendaciones interesantes para la mejora de la competitividad de las empresas y de la economía de España, citando expresamente en algún caso al sector turístico:
- Una máxima que ha aplicado a lo largo de su carrera profesional es la innovación. Como no podemos obtener resultados diferentes haciendo las mismas cosas de siempre, en turismo también estamos obligados a innovar en gestión, en promoción, en comercialización, en producto, etc.
- Estar en fase beta permanente: No acomodarse, no dar las cosas por sentadas, poner en duda todos los procesos de la organización, buscando la auténtica mejora continua.
- El gran potencial que ve para la industria agroalimentaria española. De la mano de una marca España fuerte, los productores agroalimentarios tienen un mercado potencial espectacular dada la gran calidad de sus productos.
- La importancia presente y futura del turismo como generador de empleo y riqueza para España pero con una mayor segmentación de la demanda y aportando más valor. Es de agradecer y reconfortante para los que trabajamos en turismo que, desde puestos de máxima responsabilidad en empresas de éxito, se siga percibiendo al sector turístico como una industria dinámica y que tiene mucho que aportar al país. Declaraciones así nos prestigian.
- Por último, hablaba de la necesidad de ir alejándonos del perfil de turista de clase media-baja.
Es en este último punto en el que disiento parcialmente de su opinión. Pedirle al sector turístico español que se desembarace de las clases medias-bajas de Reino Unido u Alemania, es como pedirle a DIA, por ejemplo, que deje de vender productos de marca blanca. Simplemente no se puede, al menos a medio plazo.
También en España hay destinos “marca blanca”, pero todos ellos son conscientes de la necesidad y conveniencia de captar clientela de mayor nivel de gasto – solo faltaría. El problema es que muchos de ellos llevan décadas trabajando para un perfil determinado, su entramado empresarial se diseñó y se orienta a él, y es que además, sigue resultando rentable y generador de puestos de trabajo. Vayamos a por ello, pero no nos volvamos locos.