El aprendizaje a la carta es una tendencia en auge. Este hecho deriva de la necesidad de adaptación de la formación a los constantes cambios en el mercado. Las empresas están incluyendo en sus planes de formación nuevas experiencias de aprendizaje. Los centros de formación superior también se adecuan a esta tendencia. En ellos comienzan a ofrecerse grados abiertos en los que los alumnos configuran su propio plan de estudios, conformado por materias de diversas disciplinas. ¿Cómo deben ser las nuevas experiencias de aprendizaje en el sector turístico?
4 criterios imprescindibles en las formaciones empresariales
- Aprendizaje adaptado al ritmo del formando. ¿Cómo? A través de formación en formato blended, en la que se combina aprendizaje presencial y a distancia.
- Aplicabilidad al puesto de trabajo. Formaciones en las que no sólo se garantice el entendimiento del contenido por parte de los asistentes, sino que a través de su puesta en marcha en el día a día se obtengan resultados palpables desde el primer momento.
- Accesibilidad en todo momento. Todos tenemos claro que la tecnología es maravillosa y, haciendo un buen uso, nos podemos beneficiar de ella en nuestro día a día. Su aplicación a la formación permite que nos formemos en el momento y lugar ideal y utilizando cualquier dispositivo.
- Personalización. Como comentábamos al inicio del post, el aprendizaje a medida es una tendencia en las organizaciones. Cada trabajador puede aprender no sólo a su ritmo, sino atendiendo a sus necesidades concretas.
Se establece la consultoría como pilar fundamental en la formación durante todas sus etapas. Pre-impartición, fase en la cual el consultor crea la formación y la adapta a las necesidades concretas del formando, durante la formación, momento en el cual el consultor asesora al participante, y post-impartición, asegurándose a través del acompañamiento la aplicación de los conocimientos adquiridos en el puesto de trabajo.
Un ejemplo de enfoque formativo basado en los criterios anteriormente comentados es 4REAL, desarrollado por el equipo de consultores de Grupo Cegos.
Sector turístico y formación
El sector del turismo evoluciona constantemente y de forma acelerada. Las entidades de gestión de los destinos turísticos incluyen la formación en sus estrategias turísticas como acción potenciadora de la profesionalización del sector y de la adaptación de los trabajadores a la situación actual del mercado. ¿Cómo puede el destino adaptar su plan formativo a las necesidades reales del sector?
Navarra, plan formativo previo análisis de necesidades de formación:
El pasado mes de mayo el Gobierno de Navarra presentó ante el Consejo Navarro de Turismo el Plan de Formación Turística para profesionales y estudiantes del sector turístico. En su elaboración se ha trabajado de forma coordinada con el Servicio de Empleo Navarro y el Departamento de Educación.
La vigencia del plan es de cuatro años, comprendidos desde el presente año 2019 hasta el año 2022. El plan se ha estructurado en tres fases, con el objetivo de adaptar al máximo la formación ofrecida al sector.
- Primera fase: detección de necesidades de formación concretas, realizando un análisis de situación actual.
- Segunda fase: recogida de propuestas de formación que posteriormente se incluirán en el plan.
- Tercera fase: desarrollo de las acciones formativas y convenios de formación. Éstos últimos con centros de formación y empresas del sector para fomentar la incorporación de los asistentes al mercado laboral a través de prácticas.
Navarra, a través de su Plan de Formación Turística, nos ejemplifica cómo desde una entidad de gestión turística se puede desarrollar un plan formativo totalmente adaptado a las necesidades del sector al que se dirige.
La clave, el trabajo coordinado con otras áreas relacionadas con la formación a nivel autonómico y la consulta directa al sector turístico.
Este mismo modelo se puede poner en práctica en cualquier organización empresarial. En este caso se analizarían las necesidades de los propios trabajadores a través de medios internos. Las entidades de representación, véase una asociación turística, también pueden desarrollar sus propios planes formativos adaptados.
En todos los casos, es recomendable que el análisis se realice por colectivos, por ejemplo, camareras de piso, camareros, etc. Identificaremos necesidades comunes a todos los colectivos, pero también individuales, atendiendo al trabajo desarrollado en cada puesto de trabajo.
Es importante destacar la figura del tutor para facilitar la aplicabilidad de los contenidos al día a día. También se deberán desarrollar criterios de personalización de los contenidos atendiendo al estado de situación de cada formando (distintos niveles por grupo).
Además, es interesante que las formaciones se desarrollen en diversos formatos, con el objetivo de facilitar la accesibilidad a las mismas en cualquier momento y lugar.
Con ello, se obtendrán itinerarios formativos para cada colectivo y adaptados más concretamente a cada individuo.
Lo ideal en caso de empresa turística es que una vez se haya configurado el Plan Formativo, éste se vincule al plan de carrera de los trabajadores. La formación y la promoción interna son dos elementos muy valorados por el personal de las organizaciones, lo que fomentará la retención del talento a través de su motivación.
¿Qué opináis de la formación adaptada? ¿Creéis que actualmente se está llevando a cabo en el sector turístico? ¡Os leemos!
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